Hoy en día nos vemos fascinados con el mundo de los tatuajes, pero las cosas
no siempre fueron así. Durante mucho tiempo, los tatuajes se asociaban
con valores negativos para la moral burguesa de una sociedad que
privilegiaba la higiene -en cualquiera de sus expresiones- como un
reflejo de la “honorabilidad” de una persona.
Hace no mucho tiempo, un
tatuaje era una marca registrada de un -nunca mejor dicho- bandido. La
recomendación de muchos padres hacia sus hijos respecto a los tatuajes
esta bastante simple:
SEGUIR LEYENDO:::>>>>AQUÍ.
No hay comentarios:
Publicar un comentario